Tres veces con pegamento en la cerradura.
Amenazadas por el dueño de la tienda que está en la calle Betis número 25, al lado del paseo del Rio y del ambigú del bar, y en una de las ocasiones, con testigos.
Ahora nos echan un extintor entero por el boquete de unas de las cerraduras. (Antes había dos pero para no cambiar cada dos por tres dos cerraduras ahora solo hay una) . Todo lleno de polvos blancos y además, atentados contra un local que siempre tiene niños.
Cuando se ha informado en el Ayuntamiento de este acoso, las recriminaciones son para nosotras. Estas anarquistas, que encima están haciendo caja, en beneficio de los hortelanos y de sus proyectos asociativos de parados, violencia de género, y demás. La compañera no quisiera dar motivos para que la expedienten, pero lo cierto es que elevó la voz a los concejales ante tal respuesta. Ese es el sistema, se protege a los agresores si los agredidas somos mujeres que luchamos por la libertad.